BIENVENIDOS.

Si miráramos más seguido al Cielo, acabaríamos teniendo alas.

lunes, 28 de mayo de 2012

Usemos nuestra creatividad.

Anotador infantil en fomi.


Disfruta en tu hogar al hacer esta manualidad que luego podrá utilizar para hacer tus anotaciones y lucir ante tus amigos. Esta es una manualidad muy sencilla de hacer e ideal para las vacaciones o ratos de ocio.
anotador-flor

Materiales:
Fomi rosa y verde (o el color de tu preferencia)
Libreta pequeña de anotaciones con hojas de color
Goma o silicón
Procedimiento:
Recorta las piezas en fomi según el patrón que adjuntamos, 2 moldes de la flor y 2 o 3 de la hoja, según lo prefieras. Pega las hojas a la parte de atrás de la flor, y luego cubre con la otra flor para que se vea prolijo de los 2 lados.
patron-anotador-florEn la parte central de la flor Pega la libreta de anotaciones y decora la flor con la goma de la forma que prefieras. Listo un bonito anotador infantil en fomi y un rato de entretenimiento para los más pequeños.

Espero que pases un momento agradable y que en compañía de tus padres puedas hacer este hermoso detalle que puedes compartir con alguien más.

Para todos los grupos.

María Madre de Jesús y Madre Nuestra.



Salve, Señora, santa Reina, santa Madre de Dios, María, que eres Virgen hecha Iglesia y elegida por el santísimo Padre del cielo, a la cual consagró Él con su santísimo amado Hijo y el Espíritu Santo Paráclito, en la cual estuvo y está toda la plenitud de la gracia y todo bien» (San Francisco, Saludo a la B.V. María).
«Santa Virgen María, no ha nacido en el mundo ninguna semejante a ti entre las mujeres, hija y esclava del altísimo y sumo Rey, el Padre celestial, Madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo, esposa del Espíritu Santo: ruega por nosotros... ante tu santísimo amado Hijo, Señor y maestro» (San Francisco, Antífona del Oficio de la Pasión).
«Francisco rodeaba de amor indecible a la Madre de Jesús, por haber hecho hermano nuestro al Señor de la majestad. Le tributaba peculiares alabanzas, le multiplicaba oraciones, le ofrecía afectos, tantos y tales como no puede expresar lengua humana» (2 Cel 198). «Francisco amaba con indecible afecto a la Madre del Señor Jesús, por ser ella la que ha convertido en hermano nuestro al Señor de la majestad y por haber nosotros alcanzado misericordia mediante ella. Después de Cristo, depositaba principalmente en la misma su confianza; por eso la constituyó abogada suya y de todos sus hermanos» (LM 9,3).
«El misterio de la maternidad divina eleva a María sobre todas las demás criaturas y la coloca en una relación vital única con la santísima Trinidad. María lo recibió todo de Dios. Francisco lo comprende muy claramente. Jamás brota de sus labios una alabanza de María que no sea al mismo tiempo alabanza de Dios, uno y trino, que la escogió con preferencia a toda otra criatura y la colmó de gracia». «Puesto que la encarnación del Hijo de Dios constituía el fundamento de toda la vida espiritual de Francisco, y a lo largo de su vida se esforzó con toda diligencia en seguir en todo las huellas del Verbo encarnado, debía mostrar un amor agradecido a la mujer que no sólo nos trajo a Dios en forma humana, sino que hizo "hermano nuestro al Señor de la majestad"» (K. Esser).
«El intenso amor a Cristo-Hombre, tal como lo practicó San Francisco y como lo dejó en herencia a su Orden, no podía dejar de alcanzar a María Santísima. Las razones del corazón católico y de la caballerosidad de San Francisco lo llevaban al amor encendido de la Madre de Dios... San Francisco cultivó con esmero y con toda su intensidad el servicio a la Virgen Santísima dentro de los moldes caballerescos y condicionado a su concepto y a su práctica de la pobreza. Nada más conmovedor y delicado en la vida de este santo que la fuerte y al mismo tiempo dulce y suave devoción a la Madre de Dios» (C. Koser).