BIENVENIDOS.

Si miráramos más seguido al Cielo, acabaríamos teniendo alas.

viernes, 27 de abril de 2012

Para todos los grupos.

Candelaria quiere respuestas! ¿Por qué tengo este nombre?




Conozco muchos chicos a los que se les presentan problemas con su nombre.

A veces porque es muy corto, otras porque es muy largo, y en algunas ocasiones porque muchos chicos comparten el mismo nombre, en fin… o lo peor porque sencillamente no les gusta ni una letra de su nombre.
Mi nombre es Gabriela Evangelina.

No podría tener unos nombres más lindos, ¿verdad?

Desde que me acuerdo me gustan mucho mis nombres.

No porque sean originales (es decir porque se haya inventado conmigo) sino porque una persona muy especial me contó por qué me llamaba Gabriela Evangelina.

Pero no es de mí que quiero contarles. Sino de mi amiga Candelaria.

¡Qué nombre tan bello tiene! ¡Cuánta música se oye al pronunciarlo!
¡No es ni Candela, ni mucho menos Hilaria! ¡Es Candelaria!

Una mañana Candelaria aburrida de su nombre y de escuchar: “Candelarita a desayunar”, “Cande vamos, que llegamos tarde a la escuela”, “Candelarita se amable con todos”, y otros tantos sobrenombres que usaba su madre, dijo: “¡Basta! Ya que tengo ese horrible nombre, Candelaria, ¿podrías no agregar esos otros apodos más feos que mi nombre?”, gritó Candelaria desde el fondo de su corazón.
Claro que su mamá no la escuchó porque Candelaria ya estaba en la escuela.

La escuela. Ese es otro tema, aunque muy parecido a lo que pasa en su casa.

Allí en la escuela, también debía escuchar todos los días a su maestra repetir: “¿Candelaria Pérez?”. Y ella debía responder el consabido: “Presente, señorita”. Así era todos los días, desde que estaba en la salita de tres años, que es cuando a todos los chiquis les enseñan a decir su nombre completo.

Ese día en la escuela, todo comenzó con la hora de Lengua.

Su maestra a quien le encantaban las historias familiares les contó la historia de “Chiquito”, un niño a quien cuando nació no le habían puesto nombre (como ya conozco esa historia se las contaré en otro momento).

Luego de contarles la interesante historia de “Chiquito”, su maestra les propuso investigar, es decir preguntar a sus familiares, por qué cada uno de ellos tenía el nombre que tenía.

“Tienen tres días para preguntar a sus familiares, escribir brevemente lo que ellos les contaron, y hacer un hermoso collage con las letras de nombre, ordenadas o desordenadas, no importa, lo que importa es el collage”, dijo la señorita de Lengua.

“Esto es el colmo”, pensó Candelaria. “Además de escucharlo todos los días, a cada hora, ante cada cosa buena o mala que hacía, ahora debía pedir explicaciones de por qué se llamaba ---X—X—X--- (esa fue la forma que encontró Candelaria para escribir su nombre cuando estaba muy enojada).

Cuando llegó a su casa su mamá, como tantas veces le pregunto: “Candelarita ¿cómo te fue hoy en la escuela?”. “Cande, ¿a que no sabes que te preparé hoy de comer?”.

Candelaria no dijo una palabra. Ahorraría las explicaciones para cuando tenga que hacer la tarea, pensó.

Ya en la mesa, con los milanesas con puré servidas en su plato, su madre le pidió: “Candelarita, ¿podés dar gracias por la comida?”.

Entonces a Candelaria se le prendió la lamparita y dijo:

“Gracias Dios por la comida de hoy, porque mi mamá es tan buena conmigo, y me prepara tan rica la comida y me lleva a todos lados y me quiere tanto. Pero no te quiero mentir Dios, no te doy gracias por el nombre que eligió para mí, no me gusta para nada”.

Su mamá que hasta aquí se había puesto tan contenta que ya estaba por llorar, abrió sus ojos y dijo: “¡Basta Candelaria! ¡Hoy te contaré porque te llamas así!”.

“¡Menos mal!”, dijo Candelaria. “Me ahorrás tener que decirte que justo hoy la señorita de Lengua nos pidió que investigáramos y escribiéramos por qué nos llamamos así. Soy todo oídos”.

Y entre milanesas y puré, jugo de manzana y pan, su mamá le contó la siguiente historia:

“Una vez cuando yo era muy pequeña, un poquito más pequeña que vos, tu abuela me había llevado de visita a la casa de una amiga suya. Esa amiga, vivía en una hermosa casa, llena de habitaciones y hermosos muebles. Pero lo que más me impactó de aquella casa no fueron las habitaciones ni los muebles, sino el bello jardín que tenían en fondo.

Según la amiga de mi mamá, el jardín de su casa era muy pequeño, pero para mí era gigante, y lo mejor, colorido y perfumado.

Tenía rosas, alelíes, claveles, margaritas, pensamientos y unas flores que nunca volví a ver, solo en aquella casa y se llamaban “candelas”.

-“¿Candelas?”, nunca escuche una flor con ese nombre, dijo Candelaria.
-Yo tampoco volví a ver ni escuchar sobre esa flor desde que era niña, aseguró su mamá.

“Esa flor era diferente a todas (como toda la flor claro). Su color cambiaba día a día. Cuando la vi por primera vez, o al menos cuando la descubrí, tenía un color celeste como el cielo, otro día me sorprendió con un azul claro, en otra visita que le hicimos era como verde marino…

No sólo su color era hermoso, sino su aroma, este cambiaba junto con su color. Nunca fue un perfume desagradable, al contrario se olía cada vez más dulce.

Cercana a “candela”, había otra planta que no tenía flores, pero tenía unas hojas verdes tan brillantes y gruesas que captaron mi atención tiempo después. Según me contó la amiga de tu abuela, esa planta se llamaba “hilaria”, y crecía sólo para dar sombra a las otras plantas que estaban a su alrededor. Si “hilaria” no hubiese estado cerca de “candela”, candela nunca podría haberme sorprendido con sus colores y su aroma como lo hacía las tardes en que visitábamos aquella casa, dado que los rayos del sol -brillantes pero calientes en los días de verano- la hubieses matado, y ni que hablar de las heladas escarchas del invierno, ellas también la hubiese dejado sin vida.

Pasaron algunos meses y ya no visitamos más la casa de la amiga de tu abuela, porque esta señora viajó lejos y su familia tuvo que vender la casa. Nunca más volví a ver esas flores, aunque las buscaba en otros jardines.

Pasaron los años y siempre recordé con cariño aquel jardín y para no olvidarlo nunca pensé y escribí un nombre para evocar aquel hermoso jardín, así surgió “candelaria”. Ese nombre me traía tan hermosos recuerdos que pensé: “Cuando tenga mi primer hijo, si es una nena se llamará Candelaria, para recordar con su nombre la hermosura de las flores que nos llenan de alegría con sus colores y nos inundan con su perfume”. Pero también para recordar enseñarle y enseñarte que estamos en este mundo para cuidar a otros, tal como hacía hilaria con candela”.

Cuando su mamá terminó de contar aquella hermosa historia, de por qué Candelaria se llamaba así, ella abrió sus brazos y apretó tan fuerte a su mamá que casi la dejo sin respirar por unos momentos. Y de dijo: “¡Gracias mamá! no sabía que mi nombre tenía una historia tan linda y tan real”.

Pronto Candelaria se puso a hacer su tarea. Escribió todo lo que recordó que su mamá le había contado.


Después de haber leído esta interesante historia comenta que te gusto de ella y que te parece el Nombre que tus papás han elegido para ti.

Hna. Irene castrejón Aguilar. OP

miércoles, 25 de abril de 2012

Para Todos los grupos.

LOS CLAVOS Y LAS PERSONAS QUE QUEREMOS...

Había una vez un niño que tenía muy mal carácter. Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.
El primer día el niño clavó 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho mas fácil controlar su carácter que clavar los clavos en la cerca. Finalmente llegó el día en que el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre. Entonces el padre sugirió al hijo que por cada día que controlara su carácter debía sacar un clavo de la cerca. Los días pasaron y el jóven pudo finalmente decirle a su padre que ya había sacado todos los clavos de la cerca. El padre llevo de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: - Mira hijo, has hecho bien, pero fijate en todos los agujeros que quedaron en la cerca. Ya la cerca nunca será la misma de antes. Cuando dices o haces cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca. Es como meterle un cuchillo a alguien que aunque lo vuelvas a sacar la herida ya quedo hecha. No importa cuántas veces pidas perdón, la herida está allí; y una herida física es igual de grave que una herida verbal.
Los amigos y nuestros seres queridos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar. Ellos te sonreiran y te animarán a mejorar. Te escucharán, compartirán una palabra de aliento y siempre tendráan su corazón abierto para recibirte. Demuestrales siempre a estas personitas cuánto los quieres.


Te gusto la reflexión, deja tu comentario y compartela con tus papás y tus amigos.

Hna. Irene castrejón Aguilar.

Para todos los grupos.




¡Feliz día de los niños y las niñas!
Hoy se celebra una fecha muy especial, el Día del Niño, por eso desde el portal educativo Colombia Aprende queremos rendir un homenaje a todos esos pequeños que son el futuro del mundo.
Había una vez, en unas épocas oscuras de la humanidad, que los niños no eran tomados en cuenta. Esta época se llama hoy la Edad Media, y la vivieron muchas personas de Europa. Cuentan que en esos días, la gente vivía en condiciones muy precarias y eran muy pocos los niños que lograban sobrevivir y llegar a la edad adulta. A nadie les importaba los niños y en vez de ir a una escuela, debían ocuparse de las más díficiles tareas, como cortar leña, picar piedra, trabajar en minas.
Los papás solían tener muchos hijos, pero trataban de no apegarse demasiado a ellos y era corriente, como en el cuento de Hansel y Gretel, que los vendieran, cambiaran por comida o simplemente los dejaran en la calle donde crecían a su libre albedrío. Durante muchos siglos a los niños de tres o cuatro años, apenas se los consideraba seres humanos. Afortunadamente los tiempos cambiaron y hoy los niños son considerados el futuro de la humanidad.
En la actualidad, para borrar ese horrible pasado, importantes líderes del mundo se dieron a la tarea de honrar el papel de los niños de la sociedad y desde hace 86 años se creó la figura del Día del Niño.
¿Cuál es el origen de esta fecha?
La celebración del Día del Niño se remonta al año de 1924, cuando la Liga de las Naciones, precursora de las Naciones Unidas, estableció que "la humanidad les debe a los niños lo mejor que tiene para ofrecer". Luego de una guerra mundial en que muchos niños perdieron la vida, importantes líderes del mundo se pusieron de acuerdo en adoptar medidas que protegieran a todos los niños en el mundo.
Desde entonces, se convocó a la celebración internacional para honrar a los niños y las niñas, que posteriormente, en 1948, con la fundación de las Naciones Unidas, aprobaron una segunda Declaración de los Derechos del Niño. En 1959, la Asamblea General autorizó una tercera Declaración de estos Derechos, más detallada que las anteriores, y en 1979, Año Internacional del Niño, el Gobierno de Polonia propuso agregar a la Convención de 1959 diez puntos sobre la ejecución de la declaración.
Finalmente, en 1989, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre los Derechos del Niño por unanimidad y. el 2 de septiembre de 1990, el tratado entró en vigor con fuerza legal para todos los Estados que lo ratificaron.
[arriba]
En Colombia el Congreso de la República de Colombia, ratificó la Convención por medio de la ley número 12 de 1991 y la Asamblea Nacional Constituyente incluyó los principios de protección integral de la niñez en su doble dimensión: garantía de los derechos de los niños y protección en condiciones especialmente difíciles. ( Constitución Política de Colombia. 1991 . Artículos: 13, 44, 45, 50 y 67).
Los derechos de los niños se pueden categorizar así:
1- Derecho a la vida
2 - Derecho al desarrollo
3- Derechos de identidad
4- Derecho a la participación
5- Derecho a ser protegido
Para contribuir al cumplimiento de esta responsabilidad, se estableció una alianza entre el Estado, la empresa privada y la sociedad civil, generándose la "Corporación Día del Niño. Esta corporación lidera las acciones que favorecen el desarrollo de la niñez, con metodologías lúdicas.
Dentro de sus proyectos está Ludotecas NAVES, sustentadas en la importancia que tiene la lúdica para el desarrollo humano. Gracias a las Ludotecas Naves, los niños y las niñas escolarizados, desescolarizados, desplazados y discapacitados, entre otros, pueden dimensionar el juego de una manera diferente a través del rescate de valores, de la integración de las familias y descubriendo otras alternativas de vida en las que el manejo del ocio resulta determinante como metodología lúdica.
A finales del año 2001, el Congreso de la República Colombia aprobó un proyecto de ley que institucionaliza el Día de la Niñez y la Recreación, en el último sábado del mes de abril de cada año, de acuerdo a la ley 724 del 28 de diciembre del 2001.

Este fue un proceso que buscaba reconocer y promocionar los derechos de los niños, sensibilizando la importancia del juego en el desarrollo integral de los pequeños.

Con el liderazgo de la Consejería Presidencial de Programas Especiales, 22 entidades del Estado, los comités para la Celebración del nivel departamental y municipal, el apoyo de la empresa privada y la asesoría técnica y operativa de la Corporación Día del Niño, se llevará a cabo la celebración de este día.

Los niños y las niñas son muy importantes, porque son el presente y el futuro del país. Por eso los adultos debemos dedicarles más atención, jugar con ellos y aprender lo que pueden enseñarnos cada día. Es importante entender que los niños también construyen el país y merecen que se les abran espacios de participación.

La unión de esfuerzos entre todos aquellos que hacen parte del Estado y quieren ayudar a los niños y las niñas, hará que este tema sea tenido en cuenta por vecinos, papás, mamás, profesores, gobernantes, medios de comunicación y todos los adultos que como ciudadanos cumplen la Constitución.
Derechos de los niños; día del niño; celebración; niñez; agenda

miércoles, 18 de abril de 2012

Para: Cuarto grado.


EL VIAJE DE ABRAHAM.



El siguiente dibujo, te dará una idea de como fue el viaje que realizo Abraham por obediencia a lo que Dios le encomendó.
El viaje de Abraham y Sara


MAPA.

El mapa Te muestra el recorrido que Abraham, tuvo que realizar para llegar a la tierra que Dios le prometió.

Para Segundo Grado.


Manualidades con material reciclable.


En el artículo de hoy os mostraremos de qué forma realizar un bonito organizador de escritorio que haremos con materiales reciclables. Esta actividad es ideal para trabajarla con niños.
Los materiales que necesitaremos serán 6 latas, el número dependerá de cuántos departamentos quieres que tenga el organizador. Escoge con atención las latas que vas a utilizar, por ejemplo las de pintura serán las perfectas pues el borde del que se encuentran provistas es la solución a que se caiga lo que hayamos ubicado en su interior.
El primer paso será limpiar bien las latas, lávalas con agua y jabón.. luego sécalas muy bien. Recuerda quitar las etiquetas o pegatinas que tengan.
Ahora elegimos un color mate y pintamos el interior de las latas. Elige los colores que más te gusten. El siguiente paso es forrar de papel el exterior de la misma. Puedes comprar papel autoadhesivo o pegarlo con un poco de cola y agua. Si quieres puedes utilizar diferentes colores y papeles para las latas.
Por último agruparemos las latas uniéndolas con un poco de pegamento. En esta ocasión se ha formado una pirámide, elige el diseño que más te guste.
 

Para: Grado Quinto. Religión.

LOS PROFETAS Y PROFETISAS.




1. Escritores Proféticos: Los libros proféticos fueron titulados en el mismo canon los “profetas posteriores”. Gradualmente se deslizó la costumbre de llamar a sus autores los escritores proféticos. Hay cuatro grandes profetas, es decir, aquellos cuyas obras son de considerable extensión: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel; y doce profetas menores, cuyas obras son cortas: Oseas, Joel, Amós, Abdías, Jonás, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Ageo, Zacarías y Malaquías. El libro de Baruc, que no está incluido en el canon hebreo, en nuestras Biblias está unido al libro de Jeremías. El ministerio de Amós, quizás el más antiguo de los escritores proféticos, se sitúa alrededor de los años 760-50, seguido inmediatamente por Oseas. Luego viene Isaías (cerca de 740-700), y su contemporáneo Miqueas. Sofonías, Nahúm y Habacuc profetizaron hacia el último cuarto del siglo VII a.C. Jeremías cerca de 626-586; Ezequiel entre 592-70. La profecía de Ageo y parte de la de Zacarías datan exactamente en 520 y 520-18. Malaquías pertenece a la mitad del siglo V. En cuanto a Daniel, Abdías, Joel y Baruc, así como partes de Isaías, Jeremías, Zacarías, sus fechas están en disputa, y es necesario referir al lector a los artículos especiales que tratan sobre cada uno de ellos.
2. Las profetisas: El Antiguo Testamento da el nombre nebî'ah, a tres mujeres dotadas con el carisma profético: María, la hermana de Moisés, Débora y Juldá, una contemporánea de Jeremías (2 Rey. 22,14); también a la esposa de Isaías denotando la esposa de un nabî'; finalmente a Noadía, una falsa profetisa, si el texto hebreo está correcto, pues la Versión de los Setenta y la Vulgata hablan de un falso profeta. (Neh. 6,14).
3. Cese de la Profecía Israelita: En el tiempo de los Macabeos ya la institución profética había dejado de existir. Israel reconoció esto claramente, y estaba esperando su reaparición; su necesidad había cesado. La revelación religiosa y el código moral expresado en la Sagrada Escritura eran completos y claros. Los escribas y doctores instruían al pueblo---una magistratura falible, es cierto, y muy atada a la letra de la ley, pero además celosa e instruida. Había un sentimiento de que las promesas estaban por cumplirse y el consecuente apocalipsis aumentaba e intensificaba este sentimiento. No era impropio, sin embargo, que Dios permitiera un intervalo entre los profetas de la Antigua Alianza y Jesucristo, quien coronaría y consumaría sus profecías.
Vocación y conocimiento sobrenatural de los profetas
(1) La Vocación Profética: “Porque nunca profecía alguna vino por voluntad humana, sino que hombres movidos por el Espíritu Santo han hablado de parte de Dios.” (2 Pedro 1,21). Los profetas siempre estuvieron conscientes de su misión divina. “Yo no soy profeta ni hijo de profeta”, prácticamente le dijo Amós a Amasías, quien quería evitar que profetizara en Betel. “Soy vaquero y picador de sicómoros, pero Yahveh me tomó de detrás del rebaño, y Yahveh me dijo: ‘Ve y profetiza a mi pueblo Israel’” (Amós 7,14ss). Además, “ruge el león, ¿quién no temerá? Habla el Señor Yahveh, ¿quién no profetizará?” (3,8). Isaías vio a Yahveh sentado en un trono de gloria, y cuando un serafín había purificado sus labios oyó el mandato “¡Ve!”, y recibió su misión de predicar al pueblo los terribles juicios de Dios. Dios le hizo saber a Jeremías que lo había consagrado desde el vientre de su madre y le había nombrado profeta de naciones; tocó sus labios para mostrarle que había hecho de ellos su instrumento para proclamar sus juicios justos y misericordiosos (Jer. 1,10), un deber tan doloroso, que el profeta trató de excusarse y esconder los oráculos confiados a él. Imposible, su corazón estaba consumido por una llama que le arrancaba esta conmovedora queja: “Me has seducido, Yahveh, y me dejé seducir, me has agarrado y me has podido” (20,7). Ezequiel ve la gloria de Dios cargada en una carroza de fuego tirada por seres celestiales. Oye una voz que le ordena ir y encontrarse con los hijos de Israel, esa nación rebelde, de cabeza dura y corazón empedernido, y que sin tergiversación les anuncie las advertencias que iba a recibir.
Los demás profetas son silentes sobre el asunto de su vocación; sin duda que también la recibieron tan clara e irresistiblemente. A las prédicas y predicciones de los falsos profetas que declaraban las fantasías de sus corazones y decían “la palabra de Yahveh” cuando Yahveh no les había hablado, oponían sin miedo sus propios oráculos como provenientes del cielo e imperativos bajo pena de rebelión contra Dios. Y la santidad manifiesta de sus vidas, los milagros obrados, y las profecías cumplidas demostraban a sus contemporáneos la verdad de sus pretensiones. Nosotros también, separados de ellos por miles de años, debemos estar convencidos por dos pruebas irrefragables entre otras: el gran fenómeno del mesianismo que culminó en Jesucristo y la Iglesia, y la excelencia de la enseñanza religiosa y moral de los profetas.
(2) Conocimiento Sobrenatural: inspiración y revelación:
(a) El hecho de la revelación: El profeta no recibió meramente una misión general de predicar o predecir en el nombre de Yahvehconoce naturalmente por la luz de la razón o la experiencia. No es necesario para él aprenderlas de Dios, justo como si él hubiese estado completamente ignorante de ellas. Basta que la iluminación divina las coloque bajo una nueva luz, fortalezca su juicio y la preserve de error respecto a estos hechos, y si un impulso sobrenatural determina a su voluntad a hacerlas objeto de su mensaje. Esta inspiración oral de los profetas tiene una analogía con la inspiración de la Biblia, en virtud de la cual los profetas y hagiógrafos compusieron nuestros libros canónicos.
El contenido total del mensaje profético no está, sin embargo, dentro del ámbito de las facultades naturales del mensajero divino. El objeto de todas las estrictamente llamadas predicciones requiere una nueva manifestación e iluminación; sin ayuda el profeta permanecería en más o menos oscuridad absoluta. Ésta, entonces, es la revelación en el sentido completo del término.


miércoles, 11 de abril de 2012



Felices Pascua de Resurrección.

Para toda la familia albertina, deseando que la alegría de la nueva vida que el Señor resucitado nos ofrece la compartamos con todos aquellos que nos rodean, sobre todo en nuestra institución educativa, vivamos este hermoso tiempo pascual  a plenitud.



Felices Pascua de Resurrección ¡Aleluya!